Empecé estudiando arquitectura pero me cambié a Imagen y Sonido que era una carrera muy nueva pero me llamaba más la atención.
Cuando egresé trabajé en varios medios como La Nación, Revista BRANDO, 90+10, Para Ti, HOLA, entre otras, ligado al universo del fashion style. Así me fui involucrando en campañas de moda lo cual fue el puntapié para meterme de lleno en la fotografía publicitaria.
La primera campaña de autos que hice fue para un lanzamiento del Honda Fit. Luego hice otra para Toyota donde me convocaron de una revista especializada en autos, Miura Mag, como director de arte
Fue Aston Martin la primera de las exclusivas marcas que me contrató, proponiéndome ser el Director de Fotografía de un comercial filmado en Miami. Eso me dio la posibilidad de mostrarme en acción en un mercado donde los convertibles y deportivos son mucho más habituales que en las calles de Buenos Aires.
Detrás llegó Ferrari, los ejecutivos de la sede de Miami me contrataron para documentar el Ferrari Challege of North America (una serie de carreras que se corren por diferentes autódromos de Estados Unidos) y volcar todas esas fotos en un exclusivo libro de la firma italiana.
En esas carreras tuve la suerte de conocer a muchos coleccionistas de autos que me encargaron una obra única de sus autos y generamos juntos los proyectos de fine art para cada uno.
Yo había hecho una serie a la que titulé FrankenCars, donde reuní 7 autos que hice convivir en un mismo universo y a los cuales les hago un retrato. Eso despertó el interés en la gente de Porsche y me propusieron hacerlo especialmente con el 911, para una edición del DRT, un festival que Porsche realiza anualmente en Florida, y que es uno de los más importantes del mundo.
Actualmente recibo pedidos de obra específicos de coleccionistas privados donde genero una pieza única y original de sus vehículos.